lunes, 11 de octubre de 2010

Un antiguo Single de Vinilo de los de 45 Revoluciones

Nota: Pulsa Play para escuchar la música



Acordarse de un antiguo single de vinilo de los de 45 revoluciones, es admitir una cierta edad; en realidad, mi verdadero problema no estaba en reconocer mi edad (ciertamente eso nunca lo ha sido) sino en recordar una canción que de pequeño me pasaba horas y días escuchando. Era uno de esos discos pequeños de vinilo de mis hermanas mayores y recuerdo que casi siempre sucedía lo mismo y era que al ponerlo en el plato del tocadiscos y dejábamos caer aquella delicada aguja sobre los primeros surcos del circular plástico negro... se escuchaba a una velocidad ralentizada y sólo porque se nos solía olvidar cambiar la velocidad con el que el plato giraba, era algo así como memorizar que los discos grandes (los Long Play) tenían que ir a 33 revoluciones y los pequeños (los singles) a 45.
Lo cierto es que pasaron los años y a pesar de ello, aquella melodía siempre ha estado guardada en mi cabeza, esto para mí, realmente me producía un pequeño e irremediable fastidio, porque por una parte la canción está cantada en inglés, por consiguiente, para mí, era imposible recordar y saber el título de la misma, y por otra parte aquel vinilo seguramente más que rayado, se tiró debido a que no se utilizaba y tristemente, los mayores ya no estábamos para indultarlo de la basura. Aun así, aquella melodía, aquellas dos voces de color, se anclaron en mi memoria.
Hace muy poco, cuando volvía en coche desde Granada, pusieron esta canción por la radio, no os podéis imaginar cuanto disfruté al escucharla pero a la vez se me podía ver rezando e implorando para que al finalizar la canción el locutor dijera el título y los cantantes, o por lo menos alguno de los dos... pero finalmente este intervino para presentar la siguiente canción, por lo que mi frustración y las maldiciones fueron in crescendo en el coche... de nuevo se me escapaba la canción.
Pero hoy, a estas horas de la madrugada, moviéndome y leyendo por internet encontré una página en la que tras tararear la melodía al micrófono del ordenador me ofreció cinco o seis resultados con las posibles coincidencias (de acuerdo, lo admito, no tarareo nada bien; demasiados posibles resultados ¿verdad? je, je, je), en fin que aquella cuarta coincidencia con mi tarareo era por fin la ansiada canción que andaba buscando:
Billy Preston y Syreeta "With You I'm Born Again"
Y aunque mi estado de ánimo hoy no es ni mucho menos melancólico, os he invitado a escucharla mientras estabais leyendo este nuevo artículo porque más que nada, quería compartir con todos esta pequeña felicidad que me produce al escucharla tras tanto tiempo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Bella figlia dell'amore

Imaginad por un momento que os llega un libro a vuestras manos y que tenéis que poner música a la historia que esconde dentro de sus numerosas páginas, y que tenéis que crear una representación que tenga como objetivo descubrir, manifestar y transmitir cada uno de los sentimientos que el autor del libro puso en el momento de escribirlo.

Centrémonos ahora, al menos en un pasaje de esa historia: un padre intenta convencer a su hija Gilda que su prometido el Duque de Mantua le es infiel y para ello la lleva hasta la posada de Sparafucile. En el interior de esta posada el Duque corteja a la hermana del posadero Maddalena que juega a resistirse a los encantos de este, para terminar finalmente en sus brazos; mientras tanto, desde fuera de la posada, Gilda acompañada de su padre protector, a escondidas desde las ventanas, es testigo del flirteo que su amado Duque procesa por la bella Maddalena.

Ya conocemos la historia, ahora tendríamos que crear una bella música que sirva de vehículo para llevar sobre ella en forma de canción, los cuatro sentimientos contradictorios de los personajes.

Para ser sincero, hacer esto no es nada fácil, pero mi intención era poneros en la misma situación que una vez un gran genio, Giuseppe Verdi, se tuvo que enfrentar al toparse con esta escena de la magistral ópera Rigoletto. Y como si no fuera fácil de mantener el mismo nivel de belleza musical que la canción que le precede, La donna e mobile, logró crear uno de los más bellos cuerteto vocal de toda la historia de la ópera. El propio Victor Hugo, autor del drama “Le Roi s´amusse” en el que está basado el libreto de Rigoletto, le llegó a manifestar a Verdi, tras asistir a una representación de su ópera, su “sana envidia” de poder lograr que cuatro personajes cantando a la vez manifestasen sus sentimientos a cual más contradictorio.

En fin, la buena noticia es que no nos vemos obligados a crear esta respresentación ya que el gran genio de la música Giuseppe Verdi, lo hizo por nosotros. Así pues os invito a ver esta maravillosa escena acompañada , en mi opinión, de una de las mejores y más hermosas melodías jamás escrita.