La Pequeña Abril - Cap. 6 - La ciudad de Nanchang

Una semana era el tiempo que debíamos de estar en Nanchang, por las mañanas firmando papeleo, y por las tardes conociendo la ciudad, sus curiosidades, su arquitectura, sus comidas... La ciudad era enorme y algo desordenada; se conjugaban grandiosos rascacielos con humildes casas formando un contraste bastante llamativo. Recuerdo aquellos inmensos escalones que separaban las carreteras de las aceras, también la locura del tráfico... nunca me acostumbré a los peligrosos recorridos de los taxis, las bicicletas, las motos, los coches, las personas, todos eran esquivados, y como último remedio optaban por utilizar el freno... yo sólo podía agarrar a Abril entre mis brazos y decir... "uy, uy, uy.." cada vez que el taxi sorteaba a alguien o a algo.